right_side

31 ene 2009

La última cena y los 12 apóstoles

Hola a todos!!!

Emocionante y fructífero (desde el punto de vista mitómano) Open de Australia del que nos llevamos (atención): autógrafo de Federer, foto con Carla Suárez Navarro (supersimpática y con un revés maravilloso), póster autografiado y fotos con Rafa Nadal, muñequera de Nadal, regalada al final del partido de tercera ronda, recorriendo toda la pista para dárnosla y toalla, un poco sudada, de Djokovic (que amagó con tirarnos la raqueta de regalo y se descojonó de nosotros por crédulos).

Tengo que comentar que hemos batido el record de calor sufrido en nuestra vida: en Melbourne, a las 16:23 del 30 de Enero marcaron 45,3º centígrados, una pasada. Aunque puede ser que los supere en el desierto, a donde vamos en dos semanas. Espero que la máxima se quede ahí. El calor lo puedo describir como llevar un secador de peluquería de señoras de esos redondos todo el rato en la cabeza... Los transportes públicos son gratis para que la gente no camine, sobre todos los mayores, y sufran algún tipo de desmayo o deshidratación. ¿Alucinante, no?





Pensé que era imposible de superar todo lo anterior, pero Tasmania me superó hasta a mí. Y hoy acabamos de llegar de una excursión maravillosa por la Great Ocean Road, una carretera que recorre toda la costa sur de Melbourne a lo largo de 300 km. aproximadamente. Fue fundada en 1932, construida por cientos de hombres que en cada paso descubrían un nuevo obstáculo natural, ya fuera montaña, acantilado o río, que les dificultaba el proyecto. La carretera fue construida para homenajear a los soldados fallecidos, procedentes de este estado (Victoria), en la II Guerra Mundial.

Esta carretera acaba en una construcción natural de rocas amarillas y rojas que se levantan en la orilla mirando frente a frente (como desafiándolos) a los acantilados, que no se amilanan. Estas columnas rojigualdas (como nuestra bandera) se llaman "Los Doce Apóstoles", ya que hace 200 años eran doce en total, pero ahora sólo son la mitad, la otra mitad han caído por la continua erosión del mar, la sal y la fuerza del viento en esta zona.





La soledad que se respira del viento salado y la pequeñez a la que te reducen estos gigantes de piedra son aplastantes. No sabes si sacarte una foto aquí, allá, la repites, la memorizas... y todo esto porque intentas retener en la memoria el mayor número de imágenes y sensaciones posibles.

Pero Los Doce Apóstoles sólo fueron el final. En el camino de la Great ocean Road en cada recodo de manto de "pines trees" y "gum trees" se decubre una nueva sorpresa, como los primeros koalas salvajes que hemos visto desde que llegamos. Me costó un montón trepar hasta donde estaba, pero le saqué un par de fotos muy buenas:




Después del koala dormilón nos encontramos con las mejores playas para hacer surf de toda Australia. No en vano en dos de ellas se celebran los dos primeros eventos del campeonato del mundo de surf (WCT), en The Superbank y en Bells beach.





En cada curva encontrábamos un paisaje inolvidable. Creo que esta frase resume bastante bien la Great Ocean. Llegó el final de nuestro viaje y con él, la última cena en Melbourne, como no, con los 12 apóstoles. Mañana de vuelta a Brisbane.

Pues nada amigas y amigos. Les despido y les invito a la próxima visita, que por cierto son más de 3000, nunca me lo imaginé, la verdad.

Un abrazo!!!!

No hay comentarios: